Otra historia conmovedora que hemos sacado del corazón del Árbol.
Nada mas sacarla del corazón, hemos querido leerla inmediatamente, porque ni el título ni las imágenes de la portada nos daban pistas de lo que podía suceder. Solamente sabemos que su protagonista es un niño que se llama Juan.
Si queréis leer esta historia tan bonita podéis hacerlo pinchando sobre la imagen
¿Verdad que es una historia preciosa? pero también es algo triste.
Gracias a Juan, hemos descubierto que no hay juegos ni juguetes de niños y niñas, sino que hay juegos y juguetes de personas.
Hemos estado hablando en la clase sobre las cosas que nos gustan hacer a cada un@ y que casualidad que hay muchas que nos gustan a tod@s, da igual que seamos niños o niñas.
También hemos hablado de los colores y hemos llegado a la misma conclusión, no hay colores para niños y para niñas, todos los colores los podemos usar indistintamente, según sea nuestro gusto.
Una vez leída la historia, hemos entendido mejor cuáles son los sentimientos de Juan y nos hemos sentido un poco mal, porque reconocemos que a veces hemos dicho cosas feas a algún niño que le guste el color rosa o a alguna niña que le guste jugar al fútbol, esperamos que a partir de ahora pensemos un poco antes de hablar y poder hacer sentir mal a alguien.
Para ayudar a Juan a desenterrar su caja para siempre hemos decidido celebrar el día del color rosa.
Así de guapos nos hemos preparado para abrir la caja de Juan.
Dentro, estaban todas las cosas que Juan ya nunca volverá a enterrar. Sus tres lágrimas para cuando tenga ganas de llorar y ya nadie le dirá que los niños no lloran. Su camiseta rosa con la que está tan guapo como nosotr@s en el día del color rosa. Su cuento de princesas, que por cierto nos ha encantado leer que las princesas también se tiran pedos. Su lápiz color plata. Que bonitooooooo.
Gracias Juan por ayudarnos a descubrir los colores.
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