Durante estos días hemos aprendido mucho de los alimentos, las tiendas, la elaboración de algunos alimentos y su origen, los cubiertos que se utilizan....
Por supuesto no podemos olvidarnos de la higiene, que también es muy importante para estar sanos.
Hoy con nuestra magia hemos convertido a Carmen, la mamá de Lucía en una dentista, y nos ha contado una historia que le había dejado el Cuenta Cuentos.
Abracadabra pata de cabra
La hemos convertido en dentista y viene acompañada de una boca gigante.
Estos son los dientecitos de vuestra boca y tenéis que cuidarlos mucho para que no os pase lo que le pasó a un niño que vino a mi consulta. Os voy a contar la historia de este niño.
Vamos a necesitar la casa de los cuentos.
Pablo era un niño pequeño que no sabía que muy cerca de él había unos pequeños monstruitos. Su amiga María intentó explicárselo un día.
María: Pero si están tan cerca, que están dentro de ti. Abre la boca y mira en el espejo.
Pablo: Pues sigo sin ver nada.
María: ¿Ves esa manchita negra que tienes en la muela? Es la cueva que se está haciendo Picadientes.
Pablo: Picadientes, menudo nombre. ¿Qué hace en mi boca? ¿Qué busca?
María: Vamos a llamarlo y que él mismo te lo explique.
¡Picadientes, Picadientes! ¡Sal de ahí!
Picadientes: ¿Quién me llama? ¡Ah, hola María! ¿Qué te trae por aquí?
María: Pues mira, Pablo quiere saber lo que haces dentro de su boca.
Picadientes: Pues comer, comer, comer…
Pablo: ¿Qué comes si mi boca está vacía?
Picadientes: Eso es lo que tú te crees. He encontrado tres granitos de delicioso azúcar, un pedacito de chocolate, una miguita de pan…
¡Qué atracón me estoy dando! Pero no creas que es fácil. La comida está escondida entre los dientes y tengo que ir rompiéndolos y haciendo túneles para alcanzarlos, pero aunque es pesado merece la pena. Además me encanta dejar los dientes sucios y rotos porque luego duelen. ¡Ja,ja,ja!
Narrador: Pablo empezó a asustarse pensando en el daño que Picadientes podía hacerle. Pero alguien le llamaba desde la repisa del cuarto de baño.
Cepillo: ¡Chis, chis! ¡Pablo, eh! ¡Aquí en la repisa! No te asustes. Soy el cepillo de dientes y no te preocupes por lo que ese bicho te acaba de decir.
Narrador: Cuando Picadientes escuchó al cepillo, corrió rápido a esconderse porque a tan buen soldado siempre había que tenerle miedo.
Cepillo: ¿Has visto cómo se asusta de mí? Es porque sabe que conmigo no puede pelear. Yo soy más fuerte que él. Si me frotas en tus dientes prometo sacar todos los trocitos de comida de tu boca y así Picadientes tendrá que buscarse otra boca de niño o niña que no se cepille los dientes para comer.
Pablo: ¡Oh, gracias! Dime qué tengo que hacer para que se vaya ahora mismo.
Cepillo: Tenemos trabajo, prepárate.
Doña Pasta: Preparada. Pablo, extiéndeme encima del cepillo.
Pablo: ¡Bien, ahora frotaré una y otra vez, para que se vaya de mi boca para siempre!
Narrador: Pablo frotó tantas veces que Picadientes salió rápidamente y se fue a colar por el agujero del lavabo.
Pablo: Esto es maravilloso.
Cepillo: Sí, pero recuerda que nunca debe haber comida en tu boca porque Picadientes puede volver. Ya sabes que siempre estamos para ayudarte y no te olvides de hacernos una visita después de comer.
Pablo: No te preocupes. Después del susto que he pasado creo que no se me olvidará nunca.
Narrador: Como os podéis imaginar, desde aquel día Pablo tuvo mucho cuidado de tener siempre los dientes bien limpios.
Y.......colorín colorado este cuento se ha acabado.
La dentista trata de encontrar algún picadientes, pero no encuentra ninguno, se nota que usamos el cepillo y la pasta para no dejarle entrar en nuestra boca.
El picadientes es familia de la bacteria que tenemos atrapada en la clase, mira lo que se parecen,! qué feos¡
El drector del Cole se ha enterado de que el picadientes estaba en nuestra clase y también ha querido conocerlo aunque sintiéndolo mucho no le va a permitir la entrada en el cole la próxima vez que vuelva.
Para no olvidar que si no utilizamos cepillo y pasta para lavar los dientes puede venir el picadientes a hacer cuevas en la boca, la dentista nos ayuda a hacer uno para tenerlo en nuestro cuarto de baño y recordar siempre lo importante que es lavarse los dientes.
La historia del picadientes que hemos utilizado está incluida en la Propuesta Didáctica del Programa Aprende a Sonreír que seguimos en el colegio( programa realizado por la Consejería de Educación y la Consejería de Salud.)
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