El Amazonas, un lugar donde reina la belleza, el misterio y el peligro, este inmenso río parte literalmente en dos un continente, una diversidad infinita de criaturas acechan la sombría selva y surcan sus turbias aguas, cada una de ellas equipada con ingeniosas armas para cazar, defenderse y matar, son los animales más peligrosos del Amazonas
aquí las criaturas han desarrollado medios para cazar y sobrevivir en un entorno dominado por el agua, justo por debajo de la superficie de fango habitan dos de las más fieras del Amazonas. Una mata con la fuerza bruta, la otra por la superioridad de su número, aquí la vida gira entorno a las vías fluviales, los ríos proporcionan comida, transporte y alivio contra el sofocante calor tropical, pero algo merodea en estas aguas, no una bestia solitaria, sino un ejército de ellas.
PIRAÑAS.
Se encuentran en toda la región amazónica desde Colombia a Argentina, la especie más abundante del amazonas es también la más temida, la piraña de vientre rojo, con un tamaño no superior a la palma de la mano, su ferocidad no radica en su longitud sino en su número, las pirañas viajan en bancos de hasta cien ejemplares y cuando encuentran una presa atacan en masa, estas cazadoras se alimentan de todo lo que nada en el agua o cae en ellas. Las pirañas poseen unos agudos sentidos del oído y del olfato, el sonido del chapoteo o el olor a la sangre disparan una reacción en cadena todo el grupo se lanza contra la presa y lo atacan con sus afilados dientes capaces de arañar el acero, en un frenesí devorador en unos minutos solo quedan las plumas o huesos de sus victimas. Puede parecer salvaje pero no son los únicos peces que se alimentan en grandes grupos, al contrario es una táctica común de supervivencia. Estos ejemplares también se alimentan de semillas y carroña.
Pero hay otro pez acechando en el Amazonas y este depredador caza en solitario es el
TIBURÓN TORO
o Gayarre, una aterradora sorpresa en las aguas del amazonas, suele habitar las templadas aguas costeras de cualquier rincón del mundo entre ellas las de la linea de costa sudamericana. Pero a diferencia del resto de tiburones también puede sobrevivir en agua dulce, lo cual le permite saciar sus apetitos río arriba, han sido avistados a más de 3,200 km. Amazonas arriba en rincones tan lejanos como el oeste de Perú.
Los tiburones necesitan cierta cantidad de sal para sobrevivir, si a un gran blanco le diera por navegar en agua dulce, se le rompería las células y moriría en cuestión de horas, no le pasaría lo mismo a un tiburón toro, una glándula especial cerca de la cola le permite almacenar sal, mientras sus riñones especializados reciclan la sal que ya contiene su cuerpo. Esta adaptación les capacita para cazar en aguas salobres y frescas fuera del alcance de otros tiburones, aquí los gayarres se tornan depredadores sin par, con casi tres metros y medio de longitud y 220 kgs. de peso, nutrias gigantes, caimanes, delfines de río, los depredadores habituales del Amazonas se encuentran de repente con un cambio repentino y pasan a ser simples bocados cualesquiera.
Pero existen criaturas igualmente peligrosas y más raras aun, no muerden ni pican, en su lugar atacan con una descarga eléctrica hablamos de la
ANGUILA ELECTRICA
habitan en las aguas calmas de la cuenca del amazonas y del Orinoco al norte, a pesar de su nombre están más relacionadas con los peces cuchillos que con las verdaderas anguilas, un adulto plenamente desarrollado puede superar los 2 mts. de longitud y los 13 kilos de peso, su poder en cambio no proviene de su tamaño, sino de su arma secreta, su cuerpo posee cerca de seis mil células especializadas llamadas electrocitos, estas pilas vivientes generan electricidad, bombeando sus iones a través de las membranas celulares que activan a su voluntad, una descarga completa libera más de seis mil voltios, cinco veces la fuerza de una salida cualquiera, electricidad suficiente para espantar a un pez a varios metros de distancia, la asombrosa capacidad de la anguila compensa algunas carencias graves como depredador, no poseen dientes para agarrar o masticar a sus presas, de modo que primero las inmovilizan con las descargas, las succionan y se las tragan enteras, las anguilas eléctricas también son practícámente ciegas el agua en estas marismas son tan turbias que de poco les sirven los ojos, en lugar de ver las anguilas descargan pequeños impulsos eléctricos de diez voltios que le sirven para navegar, localizar las presas y detectar el peligro, a través de estos impulsos eléctricos la anguila percibe los cambios que se producen en el agua, cuando pasa un tronco sumergido, un pez comestible o un depredador más grande, cuando se enfrenta a un enemigo más poderoso como un caimán, la anguila puede emitir varias descargas en una rápida sucesión suficiente para que su oponente pierda el apetito y emprenda la retirada.
LOS CAIMANES
están acostumbrados a comer todo lo que se les pone a tiro incluso a sus propios jóvenes, cuando un caimán negro se lanza al agua para cazar suele conseguir lo que busca, es el depredador mas grande del amazonas con una sorprendente longitud de casi cinco metros, los caimanes proliferan en las zonas pantanosas de la mayor parte de la cuenca del amazonas, muchas de las criaturas que habitan estos ríos lo hacen en sus orillas algunas son semiacuaticas, sus sentidos están adaptados para percibir el sigiloso acecho del caimán, éste caza con la misma facilidad bajo el agua, que en la superficie, una membrana transparente se cierra a modo de párpado en cada ojo actuando de compuerta contra el agua, sin impedir en lo más mínimo la visión, a pesar de su tamaño son avezados cazadores y muy elegantes, un delicado salto es su manera de pescar, puede dejar sin conocimiento a su presa o atraparla con la boca abierta, en cualquier caso todo pez que nade a su alcance tiene el destino escrito, las mandíbulas del caimán se cierran con una potencia de mordida de 1,300 kilos a tiempo que setenta dientes intercalados sujetan rápidamente a la presa. Las personas que viven a la orilla del río deben asumir cierto riesgo aunque rara vez los caimanes atacan a los humanos, lo harán si se sienten provocados, parece que los caimanes no nos consideran sus presas pero si pueden asociar nuestra presencia con la comida, una pesca no vigilada es un tentador bocado y a veces también los animales domésticos, pero los caimanes tienen más que temer de nosotros que nosotros de ellos, en los años 50 el comercio de su piel se cobró la vida de más de ocho millones, codiciada por su suavidad, hoy prácticamente todos los países amazónicos han prohibido la caza del caimán y persiguen el comercio ilegal de su piel, el caimán se recupera poco a poco y vuelve a reinvindicar su territorio como uno de los principales depredadores del amazonas.
Letales y majestuosos depredadores viven en el amazonas, pero existe una criatura tan colosal y poderosa la reina entre los demás la serpiente más enorme de la tierra.
LA ANACONDA VERDE
los adultos alcanzan los nueve metros y pesan alrededor de 200 kg. sus cuerpos pueden superar los 30 cms. de diámetro, una bestia tan inmensa y aún así practicamente invisible entre la vegetación y las turbias aguas, viven en los trópicos sudamericanos desde Venezuela hasta el extremo sur del amazonas, allá donde hay agua cuanto más turbia y revuelta mejor para camuflarse, su lengua biperina busca en el aire los rastros de olor de las presas, entonces espera emboscada dejando apenas visible la cabeza por encima del agua, el sigilo da paso a la fuerza bruta, incluso un caimán negro de 150 ks. puede caer presa del agarre letal de la anaconda, esta fuerza imparable de la naturaleza caza incluso entre los humanos.
La anaconda puede mantener la respiración bajo el agua aproximadamente 10 minutos, escondida completamente, se acerca en absoluto sigilo para el ataque por sorpresa definitivo, tienen dientes como cuchillas dispuestos en una doble fila y apuntando hacia atrás, atrapan y sujetan a las presas que forcejean, pero no inyecta veneno, la verdadera arma de la anaconda es su cuerpo, su agarre es como una motocicleta de 360 kilos, aplastándo la caja toráxica de la victima, cada vez que la presa suelta aire, la serpiente aprieta su agarre respirar es imposible.
Una anaconda puede engullir con facilidad presas mucho más anchas que su cabeza gracias al diseño especial de su mandíbula, un hueso adicional llamado cuadrado gira la abertura de la boca en dos puntos, lo cual permite un ángulo máximo de 180 grados, lo suficiente para que la serpiente se trague a un hombre entero de una vez.
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