Al principio, cuando comenzamos a conocer la cultura maorí de manos
de nuestro amigo Moli, pensábamos que los maoríes eran muy parecidos
a los indios que estudiamos el curso pasado, pero poco a poco nos hemos
dado cuenta de que son dos culturas muy diferentes, ni visten,
ni se alimentan de la misma forma, tampoco se parecen sus paisajes,
sus viviendas, su flora, su fauna, sus danzas,….. en fin que después de todo
sabemos lo suficiente como para no confundirlos.
Pero algo en lo que si nos seguían pareciéndose mucho, era en la forma de
decorar sus rostros.
El lunes tuvimos la gran suerte de recibir una visita que nos lo aclararía muy bien.
Como siempre los vecinos del A y del B nos reunimos; seguro
que algo emocionante iba a ocurrir.
Todos esperábamos alguna sorpresa de Moli, pero en su lugar apareció
una seño que ya nos sonaba
bastante de verla en el recreo, en el pasillo… la seño May de 3 años A,
veréis lo que ocurrió.
Nos acomodamos, abrimos bien los ojitos, nuestras orejas y
cuando conseguimos estar muy,
muy calladitos, la seño May comenzó a narrarnos una historia,
pero no una historia cualquiera,
era su historia, de esas que se cuentan despacito, con calma pero
con emoción, de esas que salen del
corazón y eso ..........no ocurre todos los días.
Y esa historia, como veremos a continuación, tiene mucho que ver
con un precioso dibujo que May,
trae en su brazo derecho ¿De qué se trata?
Nada más y nada menos que de una linda mariposa con sus alas desplegadas.
Pero ¿ será una pintura de esas que usaban los indios
o de esas que usamos para disfrazarnos?
May nos sacó de la duda y le dijo a la seño Raquel
que le dibujase en el otro brazo un diseño
con nuestras pinturas y que después con una toallita
frotase sobre él para borrarlo y así ocurrió.
Después la invitó a que hiciese lo mismo con su bonita mariposa,
pero por mucho que la seño Raquel frotó,
la mariposa seguía intacta. Esa es la diferencia entre un maquillaje
y un tatuaje, los tatuajes son para siempre.
El caso es que eso despertó nuestra curiosidad por saber porqué
nuestra nueva vecina May decidió un día tatuarse una mariposa
que le acompañará toda la vida .
Antes de contarnos su historia, May se colocó unas alas de mariposa
y con voz muy bajita,
casi susurrando nos leyó, un poema de Federico García Lorca,
que a todos nos mantuvo boquiabiertos;
por supuesto se trataba de un poema de mariposas.
Mariposa del aire,
qué hermosa eres,
mariposa del aire
dorada y verde.
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
No te quieres parar,
pararte no quieres.
Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil,
mariposa del aire,
¡quédate ahí, ahí, ahí!...
¡Quédate ahí!
Mariposa, ¿estás ahí?
MARIPOSA . CANCIONES Y POEMAS PARA NIÑOS (Federico García Lorca)
Después se sentó y comenzó a narrarnos su historia.
Nos contó que justo cuando tenía nuestra edad,
estuvo muy malita, tanto que no pudo ir al cole durante mucho tiempo,
sin poder ver a sus compis,a sus profes….¿os lo imagináis?
Por las noches la cosa se ponía aun peor, la fiebre no le dejaba
conciliar el sueño, y cuando lo conseguía se desvelaba entre sollozos
por culpa de eso que llaman pesadillas.
Por suerte, aunque May no podía disfrutar de sus compis tenía muy cerquita
un verdadero tesoro, pero no de esos que se guardan en bonitos cofres,
este tesoro era de carne y hueso,nada más y nada menos que su abuela,
que le trajo el mejor bálsamos para sus males.
Una noche, su abuelita le regaló una preciosa lámpara que cambiaba de color,
del rojo pasaba al verde, al amarillo, al azul.. (Como el arco iris de Moli)
Su abuela, junto a su cama y a la luz de tan bonita lámpara le narró esta historia
DATOS DEL CUENTO
Título: La pequeña oruga glotona
Autor: Eric Carle
Editorial Kokinos
Oruga glotona from mfern574
Nuestra vecina May está en todo, venía bien preparada y pudimos
disfrutar de este cuento tan cuidadosamente ilustrado,
pero no en vídeo como podemos ver aquí sino en un cuento de esos
de verdad además, parecía estar vivo, porque la oruguita
y todo el escenario de su historia, parecía brotar de sus páginas,
lo más parecido a eso que ahora llaman en el cine a 3D (3 dimensiones)
Ahí no quedaba todo, May también nos trajo un DVD donde de manos
de los Littel Einstein conocimos algo más sobre esas preciosas mariposas
que en ese país tan lejano como México, todos los años pueblan los árboles
con sus lindos colores como si de flores se tratara.
El episodio del DVD de May que tanto nos gustó no se encuentra en Youtube,
pero si este interesante documental.
Desde que May escuchó esta historia como regalo de su abuela;
por las noches nunca más se despertó con pesadillas. por eso
cuando se hizo mayor decidió tatuarse una mariposa
para que la acompañase ........siempre, siempre, siempre.
Y si alguna vez siente un poquito de miedo, solo tiene que mirar
a su mariposa y recordar que todo puede tener un final feliz .
Si alguna noche no podemos dormir, ya sabemos
que los cuentos son una excelente medicina, no caducan,
no corremos el riesgo de sobredosis y si encima tú papá,
mamá o si tenemos tanta suerte de que seas tu abuelo o abuela
quien me lo cuente en mi camita, seguro que no hay pesadilla
que se atreva a rondarme.
Yo, a cambio te daré un beso de esos que May nos ha enseñado a dar,
con el aleteo de nuestras pestañas sobre tu mejilla como
si de una mariposa se tratara.
Ya sabemos que una de las tradiciones de la cultura maorí
son los tatuajes llamativos.
Tatuajes de cara completa llamados “moko”, entre las tribus maoríes,
eran una actividad predominantemente masculina.
Las formas femeninas de moko fueron restringidas al área de la barbilla,
al labio superior, y a las ventanas de la nariz.
El moko todavía se conserva, pues un número cada vez mayor de maoríes
están optando por recibir su Moko,
en un esfuerzo por preservar su cultura e identidad.
Desde aquí le damos mil gracias a nuestra nueva vecina May
y esperamos que no dude en volver a visitarnos